Conoce cómo funciona una de las mejores opciones para aliviar el cansancio y el estrés de la vida moderna.
Las saunas tradicionales, que funcionan calentando el cuarto con vapor, alcanzan entre los 65° C hasta los 82° C y pueden ser muy incómodas para algunas personas. Respirar un aire tan caliente puede generar una sensación de sofocamiento, especialmente si es tu primera sesión.
Para brindar una experiencia más cómoda al usuario, la cabina de sauna de infrarrojos produce calor a través de lámparas infrarrojas y paneles cerámicos, los cuales calientan mucho menos el aire, pues se enfocan sólo en elevar la temperatura de tu cuerpo. Esto mantiene el cuarto entre los 43° C y 58° C, lo cual los vuelve una opción mucho más confortable para la mayoría de la gente, sin perder los beneficios de la sauna tradicional.
Su tecnología no sólo las hace ideales para un mayor número de gente, también las ha ayudado a volverse realmente compactas. Una cabina de sauna de infrarrojos para cuatro personas puede ocupar hasta 3 m², pero existen opciones, como la sauna de infrarrojos de Jacuzzi para una persona, que apenas superan el 1 m². El espacio no volverá a ser excusa para no contar con una en casa.
Las saunas en general producen reacciones similares en el cuerpo a las de una sesión moderada de ejercicio. El cuerpo se calienta, el ritmo cardíaco se eleva y se produce una gran cantidad de sudor, el mecanismo del cuerpo para intentar reducir tu temperatura. Esto se convierte en un excelente aliado para tu salud, pues la cabina de sauna de infrarrojos es útil para diversos padecimientos.
Situaciones estresantes para el cuerpo, como realizar algún ejercicio intenso o una sesión de sauna, pueden elevar los niveles de cortisol en el cuerpo, lo cual puede producir en tu organismo todo lo opuesto a una relajación física y mental. Sin embargo, diversos estudios han comprobado que, tras varias sesiones de sauna, los niveles de cortisol en el cuerpo se reducen, produciendo una sensación de descanso. Básicamente, para ver resultados, debes experimentar dos o tres visitas a la sauna por al menos dos semanas.
Similar al efecto que tiene un baño caliente una o dos horas antes de dormir, una sesión de sauna puede ayudar a regular la temperatura del cuerpo, lo cual ayuda a conciliar el sueño. Esto también está ligado a la reducción de cortisol mencionada en el punto anterior. A menores niveles de cortisol, un mayor estado de relajación en tu cuerpo.
Se ha probado en diversos estudios que 15 minutos dentro de una cabina de sauna de infrarrojos pueden disminuir tu presión sanguínea en el transcurso del día. A largo plazo, pacientes con hipertensión han mejorado su salud tras tres meses de sesiones de calor. Debe tomarse en cuenta que, si padeces hipertensión o algún otro problema del corazón, tus visitas a la sauna de infrarrojos deben ser aprobadas por un médico.
Una serie de sesiones en la cabina de sauna de infrarrojos pueden ayudar a calmar el dolor de músculos, gracias a la mejora de la presión y circulación sanguínea que las terapias de calor proporcionan. La sauna ha probado en estudios mejorar el rendimiento de atletas y, en algunos casos, ayudar a mitigar las molestias de la artritis y dolor crónico.
Sí, pero hay un dato muy importante a considerar aquí: el sudor no es “tóxico”. El 99% de tu sudor es agua y minerales y estudios científicos han comprobado que la cantidad de toxinas que excretas a través del sudor es tan pequeña que no hace una diferencia significativa para tu salud.
Se considera que en tu sudor sólo eliminas el 0.04% del 100% de toxinas que ingresan a tu cuerpo en un día, ya sea a través de los alimentos, el agua que bebes o el aire que respiras. Sin embargo, el calor de la sauna ayudará a abrir los poros de tu cuerpo, eliminar puntos negros en la piel y, por consecuencia, dar un aspecto más suave y brillante a tu rostro. Por lo que mucha gente se siente desintoxicada al ver esos resultados.
De igual manera, el uso de la sauna conlleva un incremento en la ingesta de agua. Debes tomar abundante agua antes y después de tu sesión lo cual hará trabajar más tus riñones, los verdaderos responsables de mantener el cuerpo humano desintoxicado.
Pero, ¿puedo perder peso con ayuda de una cabina de sauna de infrarrojos? Esta es una situación más compleja de entender. Sudar, como tal, no te hace perder peso. Sólo pierdes líquidos y minerales, los cuales recuperarás en cuanto salgas de tu sesión de sauna, sediento, e ingieras una botella de agua.
Sin embargo, similar a los efectos que tiene en los niveles de cortisol en tu cuerpo, una serie de sesiones en la cabina de sauna de infrarrojos ayudará a nivelar los niveles de hormonas como la del crecimiento, lo cual hará funcionar mejor tu organismo y a que pierdas grasa. Si tu sobrepeso es causado por un desorden hormonal, podrías ver una reducción de tallas con varias sesiones de sauna.
La cabina de sauna de infrarrojos es completamente segura. Sólo debes tomar algunas precauciones antes de ingresar, especialmente si es tu primera sesión.
La cabina de sauna de infrarrojos es muy práctica y sencilla de usar. Sin embargo, si te preparas para tomar tus primeras sesiones, existen algunos pasos a seguir que harán tu experiencia mucho más placentera. Para ello, hemos preparado un texto con tips y recomendaciones para el uso de tu sauna que ayudarán a iniciar tu viaje de bienestar.
Si deseas saber más sobre las saunas de infrarrojos que Artexa te ofrece, puedes conocer aquí los diferentes modelos de saunas de infrarrojos Jacuzzi y encontrar el que más se ajuste a tu espacio y estilo de vida.