La cabina de sauna: un oasis hacia la relajación y revitalización

Marzo 2021

Escrito por Luis Fernando Aguilar.

Las cabinas de sauna o también conocidos como baños de vapor, han sido ese escape de relajación y de cuidado para la salud de muchas personas a lo largo del mundo y desde hace mucho tiempo

Las cabinas de sauna han evolucionado y mejorado en su tecnología, permitiendo a sus usuarios el disfrutar de sus múltiples beneficios, y podemos encontrar a estos santuarios de relajación en diversos sitios, como: gimnasios, spas, clubes deportivos, hoteles boutique  e incluso formando ya una parte importante en el proyecto residencial.

Sin embargo,  ¿Cuáles son esos beneficios que nos brindan los saunas?; Para ello primero debemos de entender, lo que caracteriza a un sauna por definición.

Encontraremos que un sauna puede ser una habitación o cabina en donde el interior se generan altas temperaturas combinadas a un alto nivel de humedad, lo que permite que la persona sude y a su vez tenga un momento de relajación por la combinación de estos factores.

El uso de los saunas es una costumbre muy característica de Finlandia pues se estima que por cada tres habitantes hay un sauna; aunque no es completamente originario de este país ya que otros países se han encontrado edificaciones similares, con variantes, como lo una tradición prehispánica con el temazcal, los romanos con las termas, los rusos con las banyas, los japoneses con el mushi-buro entre otras culturas. 

Los primeros saunas se remontan a hace más de 6000 años, aunque eran más rudimentarios y primitivos estos se basaban básicamente el mismo concepto, una habitación con un clima cálido; las primeras se usaban piedras calientes a las cuales se les arrojaba agua para generar de manera vapor y por consecuencia un clima humedo-calido que permitiera a las personas sudar. Para el siglo V y VIII se comenzó a usar la madera como material de construcción para ser instaladas de manera más fácil y en más lugares. 

Los saunas a su vez se pueden clasificar de acuerdo a su temperatura y humedad relativa, ya que si su interior es húmedo este se puede identificar como “Baño Turco” o “Hamam”; y por otro lado está el sauna seco, el cual es el original. Por un lado el sauna tiene temperaturas que oscilan entre 80 y 90°C y su humedad no pasa el 20%; en cambio el baño turco suele tener temperaturas menores a los 70°C y una humedad más alta. 

En la actualidad gracias a los avances tecnológicos e innovaciones se ha logrado que los saunas sean más eficientes y compactos, como los son las cabina de sauna de luz infrarroja, las cuales en lugar de usar fuego o piedras calientes como sus ancestros, estos usan un sistema de paneles de cerámica y/o fibra de carbono, distribuidos a lo largo de la cabina los que permiten que el calor llegue a todo nuestro cuerpo de manera homogénea y no solo en algunas partes. A su vez los infrarrojos evitan que se caliente el aire a temperaturas extremas y evita la generación de vapor dentro de la cabina para así respirar con mayor facilidad, permitiendo así sesiones más largas y profundas.

Es importante mencionar que la profundidad de penetración del calor en la sauna de infrarrojos es mayor que la de la sauna de vapor. El calor penetra en el tejido muscular y es aquí precisamente donde actúan las propiedades beneficiosas de la terapia de calor.

Aunque ambos generan un ambiente diferente,, lo que tienen en común es que ambos permiten que el cuerpo mediante la sudoración y la apertura de los poros de la piel se desintoxique, se limpien las vías respiratorias  y activa nuestra circulación sanguínea.

Otros beneficios que nos otorgan las cabinas de sauna son:

• La eliminación de patógenos debido a la alta temperatura las cuales hacen que estos mueran y no se puedan desarrollar, no solo los del entorno sino también los que uno tiene
• Beneficia el rendimiento aeróbico del cuerpo ya que mejora la termorregulación, aumenta el riego sanguíneo, el número de glóbulos rojos, el volumen plasmático, la biogénesis mitocondrial y favorece la conservación de glucógeno muscular al priorizar el uso de la grasa como energía.
• Ayuda a generar músculo ya que el calor limita la degradación del mismo para así tener mayor hipertrofia muscular (es el crecimiento o aumento en el tamaño de las fibras musculares). 
• Aumentan la longevidad de las personas que lo usan a largo plazo debido a sus beneficios ya mencionados.
• Permite socializar ya que es un ambiente donde te desconectas del mundo y convives con los que están dentro del sauna.

Es importante entender que la cabina de sauna es una excelente forma de escapar hacia la relajación, meditación, desintoxicación física y mental, pero si eres nuevo en esto te recomendamos que tomes sesiones de 15-20 min al inicio para permitir que el cuerpo se adapte poco a poco y así puedas generar un hábito en tu cuerpo. 

Ya sea que vayas al sauna de tu gimnasio o a uno privado ahora ya sabes que puedes obtener de beneficio de ellos y podrás frecuentar más seguido para relajarte y mejorar tu estado físico a la vez.

Si quieres saber más acerca de saunas de luz infrarroja no dudes en acercarte a nosotros ya que en Artexa siempre buscamos la mejor solución para la necesidad del proyecto que tengas.