Artexa

Horno de vapor vs horno de convección, ¿cuál elegir?

Cuando ambas opciones son tan prácticas, la elección dependerá de mínimos detalles.

La más grande tendencia que hemos escuchado este siglo en el mundo de la gastronomía es la cocina saludable. Desde las freidoras de aire caliente hasta los hornos de vapor o de convección, lo importante es reducir el consumo de grasas y preservar los nutrientes de los alimentos. Y todo ello se debe de lograr de la manera más simple posible; cocinar sano no tiene que convertirse en una tarea tediosa que con el tiempo no desees realizar.

Si has estado pensando en dedicar más tiempo a la cocina y en cambiar tu horno convencional de toda la vida por algo más práctico y avanzado, aquí te ayudamos a elegir el horno de vapor o de convección ideal para tu hogar.

¿Cómo funciona un horno de convección?

Un horno de convección funciona de forma muy similar a una freidora de aire caliente, las cuales se han hecho muy populares en la última década. La comida se somete a un flujo de aire caliente constante que circulará de forma homogénea gracias a un sistema de ventiladores. El aire caliente de un horno de convección es generado por resistencias eléctricas, lo cual produce un entorno seco para los alimentos. Un punto que abordaremos más adelante.

 

 

 

¿Cómo funciona un horno de vapor?

Puede sonar complicado, sin embargo, el horno de vapor sólo requiere de un enchufe para conectarse a la corriente eléctrica. No necesitas instalación de fontanería ni aditamentos especiales. Un horno de vapor funciona colocando agua en un depósito, de forma tan sencilla como lo harías en una plancha de vapor, la cual se calienta gracias a un anillo calefactor hasta que se convierte en vapor. Esto generará un calor con humedad, perfecto para carnes jugosas y verduras al dente.

 

 

¿Cuáles son las ventajas de un horno de vapor o de convección sobre el horno convencional?

Si usas el horno convencional de tu cocina una vez al año porque es un dolor de espalda limpiarlo, tardas horas en cocinar un platillo y sólo puedes preparar un plato a la vez, los hornos de convección y de vapor cambiarán tu idea de la cocina para siempre. Entre sus múltiples ventajas se encuentra:

  • Reducción de tiempo: Tus recetas podrían estar listas de forma más rápida en un tiempo de hasta 25% menos, gracias a que el calor se dispersa de forma más uniforme y rodea la comida.
  • Ahorro de energía: Una reducción de tiempo de cocción se traduce en menos uso de electricidad o gas, dependiendo el tipo de horno que elijas.
  • Cocinado parejo: Tu platillo no volverá a quedar más dorado de arriba y un poco frío del centro. La circulación constante del aire caliente o del vapor lograrán temperaturas parejas en todos los ingredientes.
  • Modos de cocción: Los hornos de vapor y los hornos de convección modernos te dan la opción de programar diversos modos de cocción, lo cual te permitirá usarlos para asar, cocer, “freír” o sólo para descongelar.
  • Limpieza automática: Ya sea una limpieza ligera o una limpieza profunda, sólo debes oprimir un botón y el horno se hará cargo de la tarea más pesada mientras disfrutas una película en tu sala.

 

 

¿Horno de vapor u horno de convección?

Es muy probable que encuentres hornos de vapor y hornos de convección con tantos modos de programación hoy en día que cualquiera de los dos te servirá para lo mismo. No obstante, si planeas cocinar un platillo en específico de manera constante o incluso abrir un pequeño negocio que se dedique al mismo producto todo el año, aquí te mencionamos algunas razones para inclinarte por uno u otro.

  • Calor y humedad: El horno de vapor mantendrá tu platillo húmedo. Este tipo de calor es perfecto para que la masa de un pan crezca más. El pan quedará más esponjoso, evitando el migajón seco y denso. Las recetas de carne, como el pavo navideño, quedarán más jugosas por dentro. Cualquier alimento que requiera mantenerse húmedo durante su cocción se beneficiará de este horno.
  • Calor seco: Piensa en el horno de convección como una freidora de aire mucho más grande y potente. Si planeas preparar alimentos secados al horno, como frituras, este es tu horno ideal. La repostería que no requiere fermentación y se beneficia de terminaciones crujientes, como las galletas o los merengues, quedará perfecta aquí.
  • Tamaño: Se podría decir que el horno de convección era más grande y, por lo tanto, estorboso. Hoy en día, marcas como Gaggenau y Thermador te ofrecen hornos de vapor y de convección de todos tamaños. Podrías incluso adquirir ambos tipos de horno, en sus versiones más pequeñas.
  • Ambos son convencionales: Si realmente no sabes cuál de los dos elegir, recuerda que al final de día ambos pueden apagar el vapor o el ventilador y funcionar como horno convencional, así que no encontrarás un momento en el que te arrepientas de tu elección, sólo debes concentrarte en que sea el diseño y tamaño ideal para tu cocina.

 

 

 

Habla con un experto