El diseño de un baño residencial va más allá de la funcionalidad; es una declaración de estilo.
Al elegir el lavabo y la grifería, no sólo se está seleccionando un elemento funcional, sino también se está definiendo una estética.
A continuación, te presentamos consejos clave para hacer de tu baño un espacio de lujo y personalidad.
Sobre encimera: Descansan sobre el mueble, brindando un aspecto contemporáneo y sofisticado.
Empotrados: Integrados al nivel del mueble, ofrecen una apariencia ordenada y minimalista.
Suspendidos: Anclados en la pared, son ideales para optimizar el espacio en baños reducidos.
Montaje en encimera: Una opción clásica, se instalan directamente en la encimera, perfectos para lavabos de sobre encimera.
Montaje en pared: Libera espacio en la encimera y añade un toque moderno, ideal para lavabos suspendidos.
Monomandos: Con un solo control para flujo y temperatura, combinan elegancia y practicidad.
Explora la posibilidad de combinar diferentes acabados en la grifería y el lavabo. Materiales como el latón, bronce o incluso el oro rosa pueden contrastar maravillosamente con un lavabo cerámico blanco. La coherencia con el proyecto de baño es esencial; considera tonos y acabados que complementen los azulejos, el mobiliario y otros accesorios.
Invierte en grifos con sistemas de ahorro de agua, una elección responsable que, además, reducirá tu consumo.
Es fundamental que el diseño del lavabo y la grifería se complementen entre sí y con el estilo general del baño, creando una atmósfera armoniosa y cohesiva.
Cada detalle cuenta en el diseño de un baño residencial. Al fusionar calidad, estilo y funcionalidad, conseguirás un espacio lujoso y acogedor que refleje tu personalidad y buen gusto.